miércoles, 25 de agosto de 2021

SUEÑA DESPIERTO, VIVE TUS SUEÑOS

 

SUEÑA DESPIERTO, VIVE TUS SUEÑOS

 


Desde pequeño, muchas noches, me he “perdido” mirando al techo de la habitación con los ojos abiertos en la oscuridad, soñando despierto con el futuro, con esas metas que me iba planteando según iba creciendo, ya fueran de estudios, deportivas, profesionales, familiares, de amistades, incluso de amores. Horas, minutos y segundos en que visualizaba cómo podría alcanzarlas, en que andaba una y otra vez un mismo camino, a veces incluso diferente, que me llevaba a sentir que lograba esa meta.

Muchas horas soñando despierto, para ir viviendo esos sueños, para hacerlos realidad, para que pasaran de ser sueños a ser proyectos, proyectos de vida, objetivos alcanzables y metas por las que merecía la pena apostar en la vida.

De un sueño salía un proyecto, y de ese proyecto un camino a recorrer y a disfrutar, pues es la vivencia del sueño y el tiempo que le dedicas, el día a día hasta alcanzarlo, lo que a posteriori se valora y te da la felicidad, te hace ser y estar feliz.

 

Mi nombre es Antonio, tengo 46 años, soy turolense, maestro y triatleta, o lo que es lo mismo, mis raíces, mi vocación y mis valores, y esta es mi humilde historia.

 

El deporte y la actividad física siempre han estado presentes en mi vida desde pequeño, empezando como diversión, pasando por el mundo aficionado del ciclismo con el sueño de ser profesional en los años 90, continuando con mi formación profesional en el ámbito de la docencia en Educación Física logrando ser Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, y estando hoy en día inmerso en la búsqueda de mi mejor versión como triatleta en la larga distancia. Deporte del triatlón al que llegué en 2011 debutando en el Campeonato del Mundo de Triatlón Cross, para posteriormente iniciar mi andadura en la distancia Ironman en 2014 en el IM Lanzarote, uno de los más exigentes y duros del mundo.

Pero ¿en qué consiste esto del Ironman? No es más que un triatlón de larga distancia que consiste en hacer de forma continua 3,8 kilómetros nadando, 180 kilómetros en bici y seguidamente, correr una maratón de 42,195 kilómetros, todo ello con un tiempo límite de 17 horas. Una prueba de resistencia física, pero sobre todo mental, una prueba que surgió en Hawaii a finales de los 70, y en la cual, aunque compitas con otros triatletas, te enfrentas a uno mismo, a tu mente, a tus miedos, a tus logros, a tu experiencia, porque sacar la mejor versión en el día de la prueba es la esencia de este deporte, la búsqueda de la mejora como triatleta y como persona. Los valores que transmite este deporte son valores de vida, valores que sustentan los sueños, esos sueños que se hacen proyectos.

 

Esfuerzo, constancia y sacrificio, tres palabras que, junto al compromiso, son los cuatro pilares básicos para sustentar proyectos que en su día fueron sueños.

Esfuerzo que conlleva cumplir con cada granito de arena que hay que acumular día tras día, hasta llenar ese recipiente que verá su fruto con el tiempo. Poco a poco, sin prisa, con vistas al futuro, con los pies en el suelo, y siendo consciente de que la mejora diaria, el buscar la mejor versión de uno mismo, y por ende de un equipo, culminará con el logro de esa meta soñada. Al final cosechamos lo que sembramos.

 


 

Constancia diaria, disfrutando de los momentos buenos, pero sobre todo superando los malos, aquellos en los que aparecen las dificultades, en los que las cosas no salen según lo previsto, en los que ese camino soñado no se cumple al 100%, en los que toca ser resiliente y salir reforzado de ellos. Porque la diferencia entre los que sueñan despiertos solamente y los que al final consiguen vivir sus sueños, se encuentra en cómo afrontan esos momentos de dificultad y en cómo aprenden de los mismos.



 

Sacrificio de muchas cosas que te rodean por alcanzar un sueño, porque merece la pena hacerlo, porque merece la pena arriesgarse, porque merece la pena dedicar el tiempo preciado del que disponemos en la vida para lograrlo, sabiendo que ese tiempo es el mayor regalo que tenemos y el cual debemos aprovechar al máximo, y porque merece la pena apostar día a día, con convicción y confianza en uno mismo y en los que te rodean con su apoyo, para dar sentido a ese sacrificio.

 

 



            Y compromiso, primero con uno mismo, con esas noches en vela soñando despierto, con esa voz interior que cada mañana te dice que te esfuerces, que seas constante y que te sacrifiques, que te dice que la vida hay que disfrutarla dándole sentido, marcando un plan que merezca la pena seguir y que deje huella de tu paso por este mundo, una huella que ayude a hacerlo mejor. Y segundo, compromiso con todas esas personas que confían en ti, que creen en ti, que te apoyan, que valoran tu día a día intentando alcanzar esos sueños. Y a los que contagias esas ganas de soñar despierto y vivir los sueños. Cada uno de nosotros en este mundo debería aprovechar sus fortalezas y oportunidades y perseguir esos sueños, hacer partícipes a los que te rodean y contagiar ese entusiasmo que conlleva.


IM Lanzarote 2014 (debut en la distancia Ironman)

 

Desde que me inicié en las pruebas Ironman, la trayectoria ha sido progresiva, en esos inicios de 2014 donde tardaba más de 14 horas en completar la prueba, la mejora ha sido constante, los valores que este deporte conlleva han hecho que poco a poco mejorara en la distancia hasta lograr rebajar hasta en 5 horas las primeras marcas. Desde ese 2014, han sido 11 triatlones Ironman en los que he participado, logrando en 2018 ser Campeón de Europa de Larga Distancia en la categoría de edad 40-44 años. Siempre disfrutando del camino y siempre soñando despierto y viviendo esos sueños.


IM Vitoria 2019 (MMP con 9:41:36)

 

Y en eso me encuentro hoy en día, mis sueños con el deporte y con la vida han alcanzado niveles inesperados, lo que con ellos he podido transmitir en los últimos años en mi entorno familiar, de amistades, y profesional a nivel educativo, es realmente gratificante. La posibilidad de relacionar esfuerzo, constancia, sacrificio y compromiso entre el deporte y la vida, en el día a día, ha hecho que se convierta en una filosofía que se puede extrapolar a cualquier ámbito, ya sea laboral, familiar o personal. Esos valores deben ser los pilares que hoy en día debe tener una sociedad que quiera progresar, deben ser las “asignaturas” troncales a transmitir en los centros educativos, y deben ser las herramientas que use cualquier persona para lograr cualquier meta que se proponga.

Hace 3 años soñé despierto con clasificarme para el Campeonato del Mundo de Ironman, la progresión que llevaba en el deporte del triatlón me decía que era posible, que ese sueño se podía convertir en proyecto, lograrlo sería estar en la “meca” del triatlón, poder tomar la salida y poder cruzar esa meta soñada en la isla de Hawaii es el sueño dorado de los que amamos el triatlón, es poder nadar, pedalear y correr en el lugar que vio nacer hace más de 40 años este deporte, con unos valores, que a parte del esfuerzo, constancia, sacrificio y compromiso, se unen el compañerismo y el respeto mutuo hacia los demás y hacia el lugar en el que te encuentras. Esa esencia sigue hoy en día en esa isla y en los que perseguimos ese sueño.

Hace poco más de un mes, un 3 de julio, coincidiendo con el día de mi cumpleaños, ese sueño se hizo realidad, en el Ironman de Lanzarote la vida me regalaba una clasificación que había soñado, que iba persiguiendo. Un sueño que, ahora, se va a hacer realidad, y esos valores presentes cada día, por fin, cosecharán lo que han ido sembrando. Y en esa tierra sembrada, en ese camino, son varias las personas que me han ido acompañando, familiares y amigos, entrenador y personas relacionadas con el triatlón, que desde el inicio han creído en esos valores, han visto cómo día a día los iba sembrando, y han decidido apostar por ellos. Sin ese apoyo, el camino es diferente, porque tengo claro que solo se llega más rápido, pero acompañado se llega más lejos.

 


IM Lanzarote 2021 (3 de julio - clasificado para Hawaii)


Porque con el logro de estos retos deportivos, y su relación con la propia vida, la manera en la que se afrontan, ese esfuerzo, constancia, sacrificio y compromiso que se intenta imprimir cada día, deben ser parte de esa huella que, aunque pequeña y humilde, se transmita a las personas cercanas, familia, amigos y alumnos, y que logre hacer de este mundo un lugar mejor.

En ello estoy, y en ello sigo soñando despierto, cada noche, volviendo a mirar al techo de la habitación con los ojos abiertos en la oscuridad, pasando horas, minutos y segundos visualizando ese camino y sabiendo que seguiré viviendo esos sueños, algunos nuevos y por llegar, y los seguiré alcanzando.


 

Antonio José Pérez Narciso

Turolense, maestro y triatleta.

Raíz, vocación y valores.


SUEÑA DESPIERTO, VIVE TUS SUEÑOS

  SUEÑA DESPIERTO,  VIVE TUS SUEÑOS   Desde pequeño, muchas noches, me he “perdido...